Mejorar la retención de agua: La vermiculita tiene una capacidad notable para absorber agua y retenerla, lo que ayuda a mantener el suelo húmedo por más tiempo. Esto es especialmente útil en climas secos o para cultivos que necesitan un suministro constante de agua.
Favorecer la aireación del suelo: Gracias a su textura ligera y porosa, la vermiculita mejora la circulación del aire en el suelo, facilitando que las raíces respiren y se desarrollen adecuadamente.
Facilitar la germinación de semillas: Se utiliza a menudo en la siembra, ya que proporciona un entorno suave y húmedo que es ideal para que las semillas germinen.
Regulación de nutrientes: La vermiculita también puede retener nutrientes esenciales como el potasio, el magnesio y el calcio, liberándolos gradualmente a medida que la planta los necesita.
Cultivo hidropónico: En sistemas hidropónicos, la vermiculita se usa como medio de cultivo debido a su capacidad para mantener humedad y soporte para las raíces.
Reducción de compactación del suelo: Cuando se mezcla con tierra o sustratos, reduce la compactación y mejora la estructura del suelo.
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